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*En el ciclo de pláticas informativas de psicología, el Sistema DIF Tabasco ofreció este miércoles la videoconferencia “El Covid-19 y el daño emocional”.
*“Hay muchísimos cambios emocionales, y el pánico y el miedo se han apoderado de millones de seres humanos”, puntualizó la especialista Claudia Hernández Luna
En la que fue la tercera videoconferencia del ciclo de pláticas informativas de psicología, ofrecidas por la Dirección de Orientación Familiar y Asistencia Social (DOFyAS) del Sistema DIF Tabasco, se presentó el Webinar “El Covid-19 y el daño emocional”, a cargo de la especialista en psicología clínica Claudia Hernández Luna.
En la apertura de la charla, la subdirectora de Participación Social y Educación Familiar del organismo de asistencia social, Leydia Guadalupe González Sánchez, señaló que la situación vivida a consecuencia del COVID-19 ha sido excepcional, por lo que resulta muy importante atender la salud mental.
“Esta pandemia ha propiciado cambios en el estilo de vida familiar, así como en la dinámica social. Situación que ha generado diversas alteraciones psicológicas en la población. Los síntomas asociados son insomnio, estrés, ansiedad, depresión, alteraciones cognitivas en la conducta, distorsiones perceptuales o problemas en el control de impulso”, aseguró.
González Sánchez destacó que esa es la razón de ser de este espacio: contribuir a la detección de estos síntomas para que, al ser identificados, exista la posibilidad de ser atendidos, pudiendo contrarrestar el daño en la salud.
La especialista Claudia Hernández Luna inició su conversación mencionando que la llegada del Covid-19 a la humanidad, a mediados del mes de diciembre del año 2019, vino a cambiar el estilo de vida de todas las personas.
“Hay muchísimos cambios emocionales, y el pánico y el miedo se apoderaron de millones de seres humanos”, puntualizó.
Dijo que la llegada del nuevo coronavirus afecta la salud emocional de los individuos, no tanto por la infección en sí, sino por su impacto social y en el día a día, pues los confinamientos, las restricciones sociales y de ocio, la incertidumbre e, incluso, el miedo a la enfermedad, afectan nuestra salud mental.
Recordó que el 11 de marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró al SARS-CoV-2 como una pandemia, porque ya existían más de 118 mil casos de la enfermedad en más de 110 países del mundo, provocando pánico y miedo en la población, y empezó a darse el rechazo entre sí en muchos casos.
“Me acuerdo aquí en Tabasco cuando se presentó el primer caso del Covid-19 en una señora que vive en Cárdenas, quien sufrió distintos tipos de agresiones por ignorancia de las personas, pues no entendían que el virus ya estaba en todo el mundo y era inevitable que también llegara a nosotros”, enfatizó la también especialista en sexología educativa.
Señaló que la pandemia fue capaz de transformar la conducta y estilo de vida de todos los seres humanos. Cambiamos para siempre, subrayó, porque no deseamos enfermar ni morir, pues el virus nos atacó de tal forma que nos obligó adoptar un nuevo estilo de vida y cambiar súbitamente nuestra rutina diaria y conducta.
Ante Claudia Osorio de Dios, subdirectora de Control y Gestión del DIF Tabasco, destacó que también creció el pánico, porque apareció la infodemia, epidemia de información asociada al miedo, especulación y rumores, amplificada y transmitida de forma rápida por las modernas tecnologías de información y que afecta negativamente a la sociedad.
Luego de pasar un video sobre las distintas afectaciones en la población, Hernández Luna indicó que la pandemia es una experiencia desagradable, porque provocó la muerte de seres queridos, la pérdida de libertad, incertidumbre sobre el estado de la epidemia, y aburrimiento entre la gente por el largo encierro.
“La pandemia también provocó en la población irritabilidad, insomnio, poca concentración o indecisión, deterioro en el desempeño laboral, y rechazo al trabajo o consideración de renunciar”, afirmó en presencia de la titular del Centro de Atención al Adolescente Tabasqueño (CAAT), Jerrica Narahi Sánchez López.
En la charla transmitida por Facebook Live, aseguró que de acuerdo a la OMS, el avance del Covid-19 hará que una de cada cinco personas en el mundo padezca una afectación mental –irritabilidad, cambios de ánimo o insomnio, entre los más comunes–, el doble que en circunstancias normales, así como estrés, depresión y ansiedad.
La funcionaria del CAAT describió que el estrés es un conjunto de reacciones fisiológicas que prepara al organismo para la acción, y hay estrés moderado y excesivo. Y agregó que la ansiedad puede ser permanente y causante de intranquilidad, tensión, nerviosismo, sudoración, y ritmo cardiaco y respiración más rápidos, y diarrea o constipación.
Y en cuanto a la depresión, estableció que un estudio epidemiológico en México y otros países en pacientes con depresión mayor, demostró que 30 por ciento de ellos no responden a por lo menos dos diferentes tipos de tratamientos antidepresivos.
Enfatizó que un nuevo síndrome surgió con la pandemia: el Síndrome de la Cabaña, consistente en sudoración, taquicardia y ansiedad en personas confinadas por un largo periodo. Aunque también se dan casos más graves, como afectaciones físicas en la motricidad, el miedo a exponerse a grupos grandes de personas o el rechazo a regresar a la “normalidad”.
Finalmente, la especialista recomendó a quien tenga algún síntoma a todo lo mencionado, a acudir con un terapeuta o ir al Hospital Regional de Alta Especialidad de Salud Mental, donde puede recibir asistencia psicológica.